domingo, 7 de agosto de 2016

Tito Schipa y el fervor popular



La portada de este vinilo me trae demasiados recuerdos, era un disco que siempre mi padre escuchaba y que su música de sólo oirla hoy, me transporta a mi infancia, a mi familia, a mi padre y mi madre tomando café y conversando, haciendo crucigramas, planes, miles de cosas. Yo escuchaba, a Schipa y a ellos... No se que cosa me encantaba más. Los escuchaba mientras sentado, miraba como giraba eternamente el disco y mi mente se fugaba junto con cada vuelta.
En mi recuerdo yo estoy solo con ellos, tenía más hermanos, pero en mi recuerdo estamos nosotros tres solamente. En parte porque yo era el único que compartía el gusto por la música con mi papá, bueno, al menos esta clase de música. No es que les causase disgusto, era simplemente que estaba en el último lugar de sus prioridades musicales.
Hay discos de mi papá que no volví a ver jamás en casa alguna, pero el disco que aquí menciono,debe de ser el disco que más veces he visto en diversas casas a lo largo de mi vida, en casas donde los gustos musicales eran muy diversos. Pero esta clase de transversalidad en un artista lírico, jamás la pude ver repetida en otro caso. Schipa traspasa las fronteras musicales y sociales.
Este disco lo vi junto a otros discos de lírica, de sinfónica, de rock, de jazz, de boleros, de rancheras, etc, etc. ¿Pero qué es lo que hacía que Schipa pudiese convivir con gustos musicales tan diversos y con distintas generaciones?...

Luego del fenómeno "Caruso" y de su popularidad mundial, aparecieron dos tenores líricos que apoyados por la naciente industria fonográfica y del cine, más un repertorio que abarcaba incluso lo popular, se convirtieron en leyendas populares de la canción. Me refiero a Beniamino Gigli (Mamma, Ti voglio tanto bene, Non ti scordar di me, etc.), y obviamente Tito Schipa, pero Tito cantó en italiano, castellano, cantó música napolitana, boleros, tangos, música española etc, etc, etc. No nos puede extrañar entonces la fama de éste, cantó la música que era más cercana a la gente más humilde y esta le agradeció prefiriéndole y jamás olvidando su su dulzura y calidez y calidad con la cual interpretó e inmortalizó Vivere; Ay, ay, ay; Canción andaluza; La cumparsita; Dónde estás corazón?; Confesión, Serenata de Schubert; Oración caribe; Torna Piccina; Core n'grato;Princesita; Dicitencello vuje y tantas, pero tantas canciones que, es imposible enumerar sin cometer una injusticia.
Este hermoso disco, lo he visto en la casa de amantes de la música, de obreros de la mina y de obreros ferroviarios, de profesores, de cantantes, de gente que cuando compró el disco, hizo un gran sacrificio ya que escapaba a su presupuesto. En casa de gente que no sabía leer ni escribir y en casa de escritores.En resumen, dejando fuera el hecho que Tito Schipa es una leyenda del mundo de la lírica, que es el Werther de antología, etc; podemos decir que Schipa tiene razones de sobra para haber sido un cantante tan popular y tan querido por tanta gente y tan tremendamente diversa.
Vivere de Bixo e I' te vurria vasa' de Russo y Di Capua

Nueva York, a principios de 1920. Tito Schipa en el rol de Duca di Mantova en Rigoletto (Foto Lumière).
Foto cortesía de la Schipa-Carluccio Archivo


Aquí tenemos Valencia de Padilla y Un viejo amor de Esparza Oteo

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